La Asociación de Mujeres del Cristo de la Expiración se constituye el 2 de agosto de 1996. La idea surge cuando algunas aldeanas hacían la Cruz de Mayo para la fiesta popular de la Cruz, que por cierto ese año gano el primer premio. Quizás este hecho para algunos sea insignificante, pero a nosotras nos hizo sentirnos satisfechas y orgullosas, y entre bromas y risas nos planteamos formar una asociación, ¿y por qué no?- dijimos, y decidimos sacar a hombros al Santísimo Cristo de la Expiración.
Este proyecto empezó a cobrar vida de boca en boca y cada vez éramos más las mujeres a las que nos ilusionaba la idea de crear una asociación en la aldea de “El Palomar”.
Este proyecto empezó a cobrar vida de boca en boca y cada vez éramos más las mujeres a las que nos ilusionaba la idea de crear una asociación en la aldea de “El Palomar”.
Durante el camino que recorrimos para crear dicha asociación llamamos a numerosas puertas, unas se abrieron y otras no, ¡era de esperar! Ya que por desgracia en nuestra sociedad todavía perdura la idea de que la mujer está mejor en su casa al cuidado de los hijos e hijas y de sus maridos. Por suerte esto está cambiando, pero en nuestra aldea esta creencia está muy arraigada. Muestra de ello fue que nada más empezar surgieron las críticas, de nuestros maridos, las primeras. Decían cosas como: ¿Dónde se ha visto a mujeres llevando a un Cristo?- y se reían, pensaban que no dudaríamos más de un año...y llevamos ya 15.
Y como no, en el tema económico también tuvimos algún que otro problema, no había ningún banco que nos diese un préstamo, si no era con la firma del marido. Una vez más nos dimos cuenta de lo machista que es la sociedad. Aún así conseguimos el préstamo que necesitábamos para la compra de un local en propiedad para la asociación.
Nuestros objetivos iniciales fueron disfrutar del poco tiempo libre que nos queda, después de la jornada laboral, el trabajo de la casa y el cuidado de la familia, a la vez que promover la superación de la mujer en el ámbito rural, donde la discriminación se acentúa aún más. A lo largo de estos años hemos desarrollado diversas actividades como: recuperar costumbres y labores de antaño ya perdidas (como hacer encaje de bolillo), viajes y algunas divertidas meriendas y convivencias con nuestras vecinas aldeanas y demás asociaciones.
Y como no, en el tema económico también tuvimos algún que otro problema, no había ningún banco que nos diese un préstamo, si no era con la firma del marido. Una vez más nos dimos cuenta de lo machista que es la sociedad. Aún así conseguimos el préstamo que necesitábamos para la compra de un local en propiedad para la asociación.
Nuestros objetivos iniciales fueron disfrutar del poco tiempo libre que nos queda, después de la jornada laboral, el trabajo de la casa y el cuidado de la familia, a la vez que promover la superación de la mujer en el ámbito rural, donde la discriminación se acentúa aún más. A lo largo de estos años hemos desarrollado diversas actividades como: recuperar costumbres y labores de antaño ya perdidas (como hacer encaje de bolillo), viajes y algunas divertidas meriendas y convivencias con nuestras vecinas aldeanas y demás asociaciones.
Destacamos sobre todo las actividades que realizamos en torno a la salida de la procesión del Santísimo Cristo de la Expiración, sacado a hombros por mujeres. Para nosotras este motivo es un orgullo, cada año que pasa lo afrontamos con más entereza e ilusión. Comenzamos el mes de mayo con los ensayos y preparativos que culminan con la procesión el tercer domingo de mayo.
Cada día que va pasando nos damos cuenta de la capacidad de superación como mujeres, salvando toda clase de barreras que la sociedad nos pone, y que las críticas y habladurías no nos afectan. Nos damos cuenta que no nos hace falta una cocina más grande para ser más libres y que las tareas y responsabilidades de la casa son de dos, porque detrás de cada gran hombre no hay una gran mujer, si no al lado.
Finalmente damos las gracias a todas y cada una de las personas que nos han ayudado y prestado su apoyo, sin importarles si éramos mujeres u hombres.
Mujeres del Cristo.
El Palomar, marzo de 2011